domingo, 29 de diciembre de 2013

REUNIONES EN LA TIERRA DE NADIE

A medida que se acercaba la Navidad de 1914, una serie de treguas improvisada estallaron en el frente occidental en los que las tropas alemanas y británicas intercambiaban saludos, canciones, e incluso alimentos. El riflero Oswald Tilley de la Brigada de Rifleros de Londres escribió a sus padres el 27 de diciembre en relación con un incidente ocurrido cerca Ploegsteert, justo al norte de la frontera franco -belga:

"La mañana de Navidad, ya que habíamos dejado prácticamente de disparar contra ellos, uno de ellos comenzó haciéndonos señas, por lo que uno de nuestros soldados salió de nuestras trincheras a su encuentro a mitad de camino en medio de vítores. Después de un poco algunos más de nuestros soldados salieron al encuentro de otros más hasta que, literalmente, cientos soldados de cada lado estaban en la tierra de nadie saludándose e intercambiando cigarrillos, chocolate y tabaco, etc ... Sólo piensen que mientras ustedes estaban comiendo pavo yo estaba afuera hablando y dando la mano a los mismos hombres que había estado tratando de matar un par de horas antes... Fue asombroso!"

En los años siguientes las autoridades trataron de desalentar esas treguas. Porque además de romper la disciplina, se tenían problemas para que la guerra se reiniciara.

A finales de 1915 Ethel Cooper, una mujer australiana que vivió en Alemania, conoció a un soldado de permiso del Cuerpo de Saxon XIX que le dijo que su unidad había fraternizado extensamente con un batallón británico durante dos días a partir de la víspera de Navidad. Ella escribió: "El problema comenzó el día 26, cuando se dio la orden de disparar, fue un duro golpe para los hombres. Herr Lange dice que nunca había escuchado el lenguaje empleado por los oficiales y que logró, como único resultado, la siguiente respuesta de los soldados: " No podemos dispararles- son buena gente , y no podemos hacerlo". Finalmente, los oficiales volvieron con los soldados, "Disparan, o nosotros lo hacemos y no contra el enemigo". Ningún disparo había venido del otro lado, pero al fin iniciamos las hostilidades, y posteriormente no llegó un fuego de respuesta, pero ningún un hombre caía. "Pasamos ese día y al día siguiente desperdiciando municiones disparándole a las estrellas del cielo"

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