sábado, 30 de junio de 2012

Como una piedra

Uno de los aspectos sorprendentes y fundamentales del Aikido, 合気道, es la proyección de energía vital, .



Se pude ver en videos de Ueshiba como con una mano sostiene un jo, , contra el que empujan 8 o 10 personas y no lo pueden mover.

En mis años de práctica una vez y solo una vez he experimentado algo parecido a eso. Después de que salí del ITESM, por algún tiempo continué yendo durante la mañana temprano a practicar. Iba de 6:30 a 8:00 en la mañana y regularmente solo asistía un estudiante. Era tranquilo, de baja estatura y robusto. Practicaba con entusiasmo y los ataques, cuando le tocaba hacer de aite (uke), 相手, los hacia con mucha fuerza e intensidad, entre probándose, probándome, y tratando de ser honesto. Siempre terminábamos con kokyu-hô, 呼吸法.

Al practicar kokyu-ho, cuando me toca hacer de uke, 受け, normalmente hago un truco o trampa que consiste en mantenerme relajado y ofrecer resistencia solo cuando tori, 取り, trata de moverme. En aquel memorable día me senté relajado, en la actitud que los chinos llaman de los ojos suaves y tome las muñecas de mi compañero sin verme las manos y empecé a esperar a que tratara de moverme. Paso más tiempo de lo normal sin que sintiera ningún intento por parte del estudiante por moverme y caí en la cuenta de que estaba dando su 100 % por moverme y yo ni siquiera lo sentía. Justo en el momento en que me di cuenta de lo que estaba pasando, perdí mi concentración de la sorpresa y tori pudo moverme. Ni antes, ni después he logrado ese estado mental de ser inamovible.

Cabe aclarar que la proyección de energía no es puramente mental sino que por supuesto se manifiesta en lo físico. En ocasiones en que me toman muestras de sangre puedo controlar el flujo de sangre por mi brazo proyectando mentalmente energía a través de mis dedos.

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